In his book, Ancient Future, Wayne B. Chandler, describes the connection between philosophy mythology in forming understandings amongst the people. In the later Egyptian dynasties, it was through the formation of stories that different understandings were preserved. I wrote my own on the elements of creation.
Acababa de llover, las tormentas habían sido fuertes, tan fuertes que el sol lucho forzosamente contra los vientos violentos que mantenían la vasta destrucción de la naturaleza, los árboles, y las flores, que proveían la belleza a la isla en la que había crecido toda mi vida. El sol, con sus poderosas y radiantes luces de carbón, combatió en salir mientras los vientos forjaban corrientes de aire haciendo caer árboles con siglos de existencia, destruyendo hierbas sagradas usadas por los Tainos, y todo el fruto producido por la tierra. Aquella tierra, madre de todo aquello existiendo dentro y encima de ella.
Ese día me encontraba sentada debajo de una palma comiéndome un coco. El sol me había fatigado un poco y necesitaba refrescarme. Estaba estudiando, más bien tratando de interpretar, de hacer algún tipo de observación que me ayudara entender, el comportamiento de las cosas vivientes. Desde niña me fascinaba diferentes especies de animales, empezando con las lagartijas. Con tremenda curiosidad de aprender mas sobre esas criaturas, que causaban ocasionales gritos de terror por esposas en sus que haceres cotídiales, y usando mi sortija pude obtener mi primer extenso análisis de estos reptiles. Desde ese día pude entender que al igual que los humanos, muchos de los otros seres vivientes necesitan el aire para vivir. Esto fue lo más fascinante. Pues antes solo creía que los seres humanos éramos los únicos que necesitábamos aire para existir.
No pude terminar de sintetizar mis ideas porque abruptamente la fuerza del viento me lanzo hacia un hoyo dentro de la tierra. Posiblemente una trampa puesto por los colonizadores europeos, para casar hutias, una clase de mamífero nocturno. Aunque sentí mucho miedo al caer en lo que creía ser un abismo, aprecié lo sucedido ya que el viento, los truenos, y las lluvias cada vez se hacían mas persistentes e intensa. Fue aquí, durante mi estancia dentro del hoyo que pude sentir y oír los llantos de la tierra.
La tierra pasaba por un sufrimiento intenso. Los patrones irregulares en el clima, habían surgido circunstancias que solamente aceleraban su debilitación. Ahora ella estaba triste y sin fuerza. Se encontraba abandonada y sin poder refortalecerse. La tremenda tristeza que sentía no la permitía mantenerse en condiciones de constante renovación. Las poblaciones de buitres creaban un desequilibrio dentro de ella, una condición no necesaria para su sostenimiento. Ese balance no se mantuvo porque ellos la usaban hasta el extremo de ella no volver a regenerarse. Le hacían promesas falsas de cultivar para que volviera a dar frutos y así permanecer el círculo de la vida. Ninguna de estas promesas fue verdad. Había ocurrido una mutación dentro de esta especie de aves. No solamente comían animales ya muertos. Se habían convertido en aves destructoras de todas las especies habitando la tierra, incluyendo los múltiples mares verdes de plantas recorriendo gran parte del planeta.
Me encontraba sumergida del miedo dentro del hoyo, cuando un gran sentimiento de dolor comenzó a recorrer por lo más profundo de mí ser. Entendí todo lo que ocurría dentro de la cuna que proporcionaba vida. Ella me comunico sus penas y desilusión por haber sido abusada. Su pena se extendía demasiados años. Había soportado maltratos, abusos, y una explotación tremenda de su cuerpo. Todas las especies, especialmente los buitres, solo tomaban sin darle nada de regreso. El constante tomar sin regresar, causo desastre dentro de ella. Llego a un nivel de vulnerabilidad donde no sabía tomar decisiones adecuadas para su mejoramiento espiritual y físico. Tanto, que por esta razón, ya no podía controlar el patrón del clima. Su dolor y pena tocaban una profundidad imposible de penetrar. Ya no le importaba su destino. Hubo un tiempo donde permitió que la explotaran sin importarle el desastre y las consecuencias de estos actos. Quizás hasta se quería convertir como las propias entidades que le hacían daño. Solamente deseaba su destrucción total y la desaparición de todos aquellos que le mintieron prometiéndole una falsa promesa del continuamente de la vida.
Aunque no lo sabia, ella tenía el poder de regenerarse, de curarse, y transformarse de nuevo a su estado original. Donde el cielo siempre esta azul, el sol penetrando las bellas capas de oceano, con todas las especies viviendo en armonía y respetando a la tierra. Un mañana, durante esos días que permanecí dentro del hoyo, oía al sol que trataba de penetrar a esas tormentas malignas que continuaban de circular el grave, pero hermosísimo ambiente de la tierra. Ella le decía al sol que se marchara, que ya no había remedio, que el debiera dejar que la destrucción de su ser llegara a un final. El sol, no se daba por vencido, y poco a poco siguió luchando de la manera que nadie lo había hecho. Con todo su amor, el sol le enseño a la tierra, que todo lo es posible. Que ella es perfecta y que dentro de ella cargaba la capacidad de volver a nacer.
Gracias a la persistencia del sol, la tierra pudo darse cuenta de su increíble poder y potencial. Entre los dos organismos universales surgió lo más bello de los fenómenos en la historia cósmica. Este fue un eterno romance entro el sol, que con sus reacciones químicas ayuda a nutrir a la tierra para que ella continué a dar vida. Esta dependencia de amor entre dos esencias tan fuertes fue lo que permitió que la tierra por fin entendiera su naturaleza. Fue muy importante en mi vida haber sido testigo de esta gran lucha y nacimiento de amor. Los buitres ya no existen y los humanos han aprendido a mantener un balance.
Esta fue la historia de la tierra y el sol….hasta hoy en día, los dos cuerpos continúan girando alrededor de cada una, en un eterno baile de creacion...
My Allat,
ReplyDeleteThis is as beautifully written today as when I first read it a year ago.
Peace,
Sunez Allah