Cuando pensamos en el proceso de “dar a luz,” que si requiere mucho trabajo y energía, al prepararnos para el acontecimiento del nacimiento, nos enseñan que el cuerpo de la mujer pasara por mucho dolor. De este modo, la mujer embarazada es introducida ha una tradición oral que denotan historias de pánico, malestares, dolores, y horrores insufribles. Haci comienza el condicionamiento mental de la mujer en asociar el proceso de dar a luz como una experiencia no muy agradable, que solo se alivia cuando tienen a su bebe entre sus brazos. La definición oficial de dolor es “Sufrimiento físico o sensación aflictiva causada por enfermedad o por una herida.” En analizar esta descripción nos damos cuenta que el dar a luz no es causado por ninguna enfermedad o herida. O, ¿acaso el estar embarazada una condición de enfermedad? ¿Se puede clasificar como una herida (basado en los excrementos emitidos como sangre) cuando la nueva vida sale de la matriz de su madre? Más bien, es el proceso natural del cuerpo en contraer y emitir que permite que el nacimiento se realice. Cuando el útero se contrae, comunica al niño que es tiempo de dejar la matriz para empezar su nueva etapa de vida. El relajo de músculos que sucede después espara darle la oportunidad al niño para que comience su jornada a través del canal de nacimiento. El proceso es muy similar a la manera en que una planta brota de la tierra. Lo hace por métodos científicos y matemáticos precisos que requiere trabajo interno (absorción de sustancias nutrientes y otros elementos biológicos dentro de la tierra) y externo (el uso de estos nutrientes para el crecimiento de la planta). Este proceso solo se manifiesta si el trabajo es hecho por el ser viviente involucrado con la actividad.
Este proceso (1) cuando es acogido (2) apropiadamente (3) por los padres y otros invitados al nacimiento, automáticamente coloca (4) a la madre en su posición exacta (5) donde ella guía su cuerpo adecuadamente (6), y no en contra de el,completando el transcurso (7) añadiendo toda la energía mental y física necesaria (8) para que el Dios/ la Tierra nazca (9). La duodécima letra de nuestro alfabeto es L, que en español es traducida a las palabras Amor, Infierno, Correcto. Yo he profundizado algunas ideas relacionas al concepto de infierno. Tradicionalmente, la teología dominante nos enseña que el infierno es un lugar donde van aquellos que sinceramente no se arrepienten de sus pecados. Este lugar se va a pagar por todo el mal que la persona causo. Cuando se auto actualiza este concepto, quitamos todo misterio, y lo aplicamos a nuestra realidad, el infierno en verdad es todo camino o experiencia dura que sirve para enseñarnos una lección. Hay que pasar por adversidad y amar la experiencia de la lucha por la cual el ser pasa, para transformarnos y salir correctos. El concepto del infierno, son los sentimientos que invertimos en el trabajar bien duro para que el resultado nos aproxime a dimensiones mas profundas de quienes somos en verdad como seres humanos. La lucha nos permite aprender más sobre nosotros. Debemos amar y aceptar el trabajo duro. El dar a luz es parte de esta idea. La mujer debe amar la preparación mental y física que se requiere para el momento de traer la nueva vida al mundo. El trabajo que ella incorpora en el proceso de dar a luz, mal interpretada como una experiencia dolorosa, resultara en la llegada de la nueva adición a la familia.
Sunez enseña que el hombre y la mujer original no son perfectos, mas bien están en el estado de la perfección. La perfección es una idea que implica el crecimiento de un individuo a través de una profundización (que se manifiesta de manera circular, no lineal) de quienes somos y que estamos haciendo en la tierra. Esto quiere decir que cada pensamiento que se ha manifestado por la realidad de la familia (el hombre, la mujer, los hijos) ha sido creada en la forma más exacta y correcta. Lo que se ha perdido por el hombre y la mujer ha sido una mentalidad holística y la habilidad de invocarla correctamente para desarrollar nuestro conocimiento mental, físico y metafísico. El cuerpo de la mujer original está hecho precisamente para poder cumplir con su característica dominante como nutridora y proveedora de vida. De la misma forma, el planeta Tierra se hizo por el hombre perfectamente para nutrir los diferentes sistemas de vida dentro de ella.
El conceptualizar “dar a luz” de una manera que nos conecta ha nuestra naturaleza como manifestadoras de vida, al educarnos apropiadamente sobre como nuestro cuerpo funciona a través de una perspectiva holística (de cual la dieta-la comida que consumimos es importante), y el cuestionar todo lo que se le ha enseñado a la mujer sobre el proceso de nacimiento, comenzara una trayectoria hacia un cambio sobre la manera en que actualmente las mujeres dan a luz. Equipadas con este conocimiento,muchas mujeres podrán construir planes más significativos de cómo le darán la bienvenida a su hijo/a. Estos planes deben de hacerse de acuerdo a la naturaleza universal de la mujer. Esto también esta muy relacionado con las ideas de violencia y paz.
Paz!
-Tierra Izayaa Allat